La vida la vemos y la entendemos desde
nuestra posición. Cada uno tiene un
punto de vista desde el lugar que
ocupa. Cuanto más grande es el objeto mirado más parcial es la visión... Imagínense un elefante dentro de un piso. El
hijo que está en el pasillo solo ve pata, otro en el dormitorio solo ve
cola y el del salón solo ve trompa. Si hablan entre ellos, no consiguen
entenderse.
Cuando leo sobre Fibromialgia, después
de leer un listado largo de síntomas, acabo tensa y dolorida, es el listado de
síntomas que se ven desde el lado del médico.
(Si uno lee un
relato erótico acaba de una manera y si lee una página con los síntomas de
Fibromialgia acaba de otra. Disculpen mis ejemplos, no sé si me paso pero
quiero ser muy clara).
A mí me ha tocado estar y ver la
Fibromialgia desde mi lugar, desde dentro y desde fuera, y desde ahí veo unas
conexiones y las cuento (esto no es un estudio, es lo que yo veo). Las cuento
porque el dolor en el tendón de nombre rarísimo, con síndrome aun más raro, los
médicos dicen que no se puede tratar y que el dolor irá a más (el miedo y la
tensión ayuda a ello, claro). Pero una
culpa, un miedo... si se puede tratar.
Ingredientes frecuentes en la Fibromialgia:
1. Mujeres
inteligentes que se expresan muy bien, responsables y exigentes con lo cual ya
están hartas de hacer ¡toda la vida! cosas para los demás y no hacer para ellas. El don se transforma en rabia y rencor.
La exigencia las aleja de la ternura.
2.
Suelen ser controladoras. No se
entregan. Mucha desconfianza.
3.
Hay rigidez y mucho de no dejar hacer
a los demás a la hora de tomar decisiones. Si se dejan a la hora de hacer las
camas.
4.
Suele haber un problema de relación en
la pareja derivada de la sexualidad “Antes muerta que separada”. No hablan de
sexualidad al médico. No se ve ninguna relación. La tiene, es lo mismo. Son las
dos caras de la misma moneda.
5.
No saben decir que NO y hacen muchas
cosas que no quieren. Esto les hace creer que son generosas.
6.
Hay una dosis muy grande de eso que
ocurre cuando alguien, en quien depositas tu confianza, te dice que no puedes
hacer nada “de eso no te puedes curar”... y te dejan ahí ”debajo” y abandonado
a tu suerte. Miedo, acojone, rabia por no entender. Sin esperanza y convencida
de que no puede hacer nada por ella, ni ella ni nadie. Son mujeres de fe y
creen lo que se les dice.
7.
Grandes dosis de culpa. La mitad del
cuerpo es culpa inculcada y cuajada.
Culpa por no hacer, culpa por hacer... A veces esa culpa se echa encima
a los demás...
8.
Las hay muy perceptivas lo que les
hace “enterarse” de cosas que los demás no se enteran, de problemas y dolor
ajeno,... y eso duele también.
9.
Si se les da a elegir ir por dos
caminos, eligieran el menos divertido. Siempre es más facil sufrir que intentar
ser feliz (no hablo del dolor que trae la vida).
10.
No saben qué hacer ni a dónde ir.
Desesperación e indignación.
Cuento esto porque el dolor no se
puede tratar, pero estas características de arriba sí se pueden tratar y
trabajar.
Si uno se maneja bien con estas habilidades, estás en tu sitio y el
dolor se va.