Hay veces que
se me aparece una alcachofa. Alguien me habla de un problema y veo una
alcachofa... ¡Cuánto problema! Y cuánto que no sirve para nada, que no depende
de la persona, que no le incumbe.
A mí me gusta
en el problema-alcachofa ir quitando hojas y dejar “el problema” en estado
mínimo, puro y que solo dependa de nosotros. Dejar el corazón de la
alcachofa. ¡Eso sí lo podemos
manejar!...
¿Cuántas
hojas tiene una alcachofa, que no tiene que ver con lo esencial del problema?
¿Qué sería de una enfermedad sino hubiese ningún otro problema emocional
asociado, ningún miedo?
Es genial
poder dejar una alcachofa en el corazón, embadurnada en limón y atender solo a eso, resolver.
Quitar todas las hojas y centrarte en lo que solo depende de ti.
Genial, Eva, es la imagen perfecta de muchos de los conflictos que nos afligen. En mi opinión el problema está en saber discernir las hojas del corazón. Esto requiere entrenamiento, vaya, pelar una alcachofa diaria, pongamos por caso. O cada vez que detectemos que algo nos está produciendo malestar, inquietud, miedo...El mayor problema lo veo yo en discernir si es un problema real o no y si es real se puede proceder a pelar.
ResponderEliminarA ver, Eva, podrías ponernos un ejemplo secuenciado de cómo actuar concretamente en este caso.
Un beso
...¡Me ponéis en unos compromisos! ..A mi me es muy facil verlo en los demás. Aunque alguien este sufriendo y llorando por algo, puedo intuir si llora por eso o por otra cosa que quizá no este nombrando, me es fácil poder ayudar en ese sentido pero casi ni sé como lo hago.
ResponderEliminarSe trata de que la persona se concentre en lo que verdaderamente le importa, que se focalice en ese poquito que si podemos cambiar que solo depende de ella. A veces en un conflicto enrevesado lo único que podemos hacer ES HABLAR claro, diciendo todo lo que queremos y necesitamos decir expresando nuestro sentir (no machacando y gritando al otro) cuando uno se focaliza en eso, y se quiere hacer... es mucho más facil y se consigue estar bien con mucho menos esfuerzo.
Igual no tenemos que irnos de casa o sufrir porque el vecino tal o porque la cuñada cual. Nos focalizamos en lo que solo depende de nosotros, en lo que solo podemos cambiar nosotros, lo estudiamos, lo reposamos y lo hacemos.
Otras veces se trata de que no podemos quejarnos de algo que para nosotros no es “políticamente correcto”, ósea con ejemplos: Una ejecutiva echara las culpas de su mal a cualquier cosa... ella no puede permitirse ni ante ella decirse que lo que quiere es tener un hijo, e incluso a ella misma se oculta esta necesidad, no engañan a los demás, se lo ocultan a ellas mismas. En otro caso alguien puede haber abortado ¡era moderno! lo hizo y presume de ello, pero su alma no esta tranquila.. “ y su inquietud no es por eso”. Alguien tiene estrés y ansiedad y no sabe de que es, y sabe-nosabe que su marido esta con otras...
Son muchas las cosas que creemos que son las que nos afectan y debajo... Hay otras.
Besos!!